Ya sea que una piedrecilla salte en el camino, un ave colisione en pleno vuelo o una rama caiga repentinamente, sufrir el percance de un parabrisas roto es molesto para cualquier automovilista que cuida y quiere ver su coche siempre en óptimas condiciones. Como en este caso el problema siempre puede expandirse, literalmente, hasta límites insospechados, es mejor recurrir cuanto antes a un taller de cristales para automóviles para arreglar parabrisas roto. Esto cobra aún mayor relevancia al considerar la seguridad propia y de los ocupantes, ya que una visión entorpecida del camino aumenta el riesgo de accidente.
Sin embargo, antes de acudir al taller de reparación de lunas de coche debes saber que tanto acabado final como el proceso mismo de reparación, en muchos casos, dependerá del tipo de cristal que tenga tu coche. Si eres de los que deja esperar un tiempo o simplemente ves que el daño no es tan sustancial para acudir al taller, entonces aquí tienes algunos trucos y consejos para evitar que la grieta del parabrisas se expanda.
Opta por un kit de resina
Esta es la forma más eficaz para detener que las grietas se extiendan. El procedimiento es bastante sencillo y consiste en una serie de elementos que deberás implementar en la zona donde se haya producido el impacto.
Este procedimiento consiste en pegar sobre el parabrisas roto las ventosas que vienen en el kit y que traen consigo un mecanismo que permite la colocación de la resina a través de una cámara en dirección vertical y que descenderá hacia donde se encuentra la grieta. Se debe dejar reposar alrededor de 5-6 minutos.
Luego, se procede a quitar las ventosas con hoja filosa, que suele venir incorporada en el kit. Una vez sacadas las ventosas, se procede a aplicar gotas de resina de sellado para el acabado final. Posteriormente se debe aplicar una capa de plástico, la cual debe actuar durante 10 minutos aproximadamente.
Finalmente, cuando se quite la capa de plástico se deberá limpiar los restos de resina con una pequeña espátula. Si bien la grieta aún será visible, estará lo bastante bien sellada como para evitar que siga expandiéndose por el resto del cristal.
Actualmente existen en el mercado una gran variedad de kits de resinas, sin embargo, es preciso que optes por una de buena calidad que garantice cierta durabilidad. Por otro lado, si acudes a un taller de cristales para automóviles para un servicio más completo y sofisticado, no olvides complementar con un tratamiento antilluvia.
Aplica esmalte de uñas
Ahora bien, acudiendo a métodos algo más caseros, el esmalte de uñas es una buena opción para salir de apuros en la reparación de lunas de coche. Este elemento, que actúa como un sellador, se debe aplicar de manera uniforme por todo el área en donde se haya producido la rotura. Asimismo, también es recomendable pasar una capa por el interior del parabrisas, así estarás reforzando el efecto sellante sobre el cristal.
Al momento de empleo, procura tener el coche aparcado en un sitio fresco, de está forma el cristal absorberá el esmalte de mejor manera.
Eso sí, debes tener en cuenta que el esmalte de uñas es tan solo una solución temporal.
Evita temperaturas extremas
Bien es sabido que las temperaturas extremas y los cambios bruscos de estas pueden ocasionar la rotura del parabrisas. En caso que tu parabrisas ya tenga una grieta las probabilidades que la rotura se agrande aumenta considerablemente.
Un error muy habitual entre los conductores es echar agua caliente al parabrisas cuando está congelado o cubierto de escarcha. Este cambio repentino en la temperatura podría fácilmente romper el cristal. Debido a esto y a contratiempos similares, la advertencia es tener precaución, sobre todo durante los meses de invierno.
Recuerda que si el tamaño del área afectada es superior a una moneda de dos euros, deberás acudir a un taller para arreglar parabrisas roto. De lo contrario estarías arriesgando una cuantiosa multa. Por último, siempre es fundamental enfatizar la importancia de la seguridad, ya que al descuidar esta norma, estás poniéndote a ti y a los demás ocupantes en situaciones de riesgo.