Aunque el de este año sea un verano atípico, plagado de medidas de seguridad e incertidumbre, hay cosas que no cambian. Por ejemplo, el peso de los juegos de mesa como forma de entretenimiento.
De hecho, durante las semanas de confinamiento a causa de la pandemia de la COVID-19, las tiendas de juegos mesa vieron aumentar sus ventas de forma exponencial. Según un estudio de la empresa de investigación de mercados The NPD Group, entre el 23 de marzo y el 19 de abril, el sector registró un crecimiento acumulado de las ventas del 41% con respecto al mismo periodo del año anterior. De hecho, durante ese tiempo, un total de 28 juegos y puzzles aparecieron en el ranking de los 100 juguetes más vendidos, 22 más que en el mismo periodo de 2019. Entre los más demandados, destacan clásicos como el Monopoly y el Trivial Pursuit, básicos en los catálogos de las tiendas especializadas como Totoyland.
Además de los juegos de mesa clásicos, durante los meses de cuarentena por el coronavirus, los productos de manualidades para niños también vieron aumentar sus ventas notablemente. Un crecimiento impulsado sobre todo por el segmento de las plastilinas. Destacan además las adquisiciones de juegos de construcción por parte ya de un público adulto.
Muchas veces, el consumidor que acude a una tienda de juguetes busca un producto que le vaya a tener entretenido durante bastante tiempo. Una evidencia que se ha visto durante el confinamiento. Durante este periodo, con el cierre de las tiendas físicas, la compra online se ha convertido en el método de compra principal. De hecho, desde The NPD Group en España reconocen que el e-commerce seguirá ganando protagonismo ahora que España ya vive en la llamada “nueva normalidad”.
El 45% de los españoles afirma que, durante el confinamiento, dedicó más tiempo a jugar que antes con juegos y juguetes. Mención aparte merecen los coleccionistas que han aprovechado este tiempo, por ejemplo, para ampliar su arsenal de figuras Funko.
Una forma de entretenimiento que perdura
Los juegos de mesa siempre han estado presentes en los hogares y empresas como Totoyland han sabido captar esta necesidad y dirigirse a ese nicho de mercado. La empresa asturiana lo ha hecho con un catálogo que incluye desde clásicos como el Trivial, el Monopoly, el Tabú o el Cluedo hasta los últimos lanzamientos del mundo del entretenimiento. Un abanico de ofertas en el que tampoco falta el Risk, juego de estrategia en el que los jugadores tienen que conquistar el mundo mediante diferentes tácticas. Estos juegos de estrategia han evolucionado con el paso del tiempo y, en el caso del Risk, se han incluído nuevas figuras y cartas de misión. Lo mismo pasa con el Trivial y sus ediciones especiales de El Señor de los Anillos y de equipos deportivos como el Real Madrid o el Fútbol Club Barcelona.
Porque, aunque con la llegada del ocio digital decreciese algo la demanda de juegos de tablero, hace una década que el entretenimiento tradicional volvía a coger vuelo. Lo hacía con propuestas más sofisticadas y atractivas. De hecho, una tienda de coleccionismo es para muchos un lugar de culto y el destino de referencia para dar con formas de entretenimiento al margen de las nuevas tecnologías y que les permitan volver a conectar con las personas más allá de la frialdad de las pantallas.
El auge de los juegos de mesa tradicionales
En España los juegos de mesa y los puzzles suman un nivel de facturación de 90 millones de euros anuales, cifra que se eleva hasta los 2.200 millones en el conjunto de Europa. Se trata de hecho de un mercado que no para de crecer. El auge de los juegos de mesa tradicionales se debe a que las empresas del sector como Totoyland han sabido adaptarse a las nuevas realidades y demandas de los consumidores. Sobre todo, teniendo en cuenta el empuje de las formas de ocio emergentes y relacionadas con las nuevas tecnologías.
Mención aparte merecen los llamados “eurogames”. Son juegos que, en vez de ser de azar, requieren de tácticas de estrategia y negociación. Ofrecen partidas cortas y ágiles, dos ingredientes que demanda hoy el consumidor.
Tiendas especializadas en juegos de mesa
Toda esta evolución de los juegos de mesa, sin perder de vista su lado más tradicional, ha hecho que proliferen las tiendas especializadas en los últimos años. Establecimientos que apuestan por nuevos juegos cuyas normas no sean demasiado complicadas y en los que la rapidez mental y los reflejos sean los protagonistas.
Otro de los puntos en los que se aprecia la evolución de los juegos de mesa en los últimos años es en la estética, el componente artístico que hay detrás de cada creación. En el proceso intervienen ilustradores que adaptan los dibujos del tablero, las fichas o la imagen del juego a cada público determinado. También lingüistas que desarrollan cada historia y los manuales de instrucciones para que sean comprensibles. Luego viene el momento de los llamados “testers”. Son personas que, antes de que el juego salga al mercado, comprueban que no haya errores de desarrollo, lagunas en las instrucciones o si en conjunto es una oferta atractiva para el público.
El juego como herramienta didáctica
Tiendas como Totoyland son plenamente conscientes de todos los beneficios del juego para niños y adultos. En el caso de los primeros, los de mesa contribuyen a su desarrollo cognitivo y social, les ayudan a asimilar normas, estimular el pensamiento, tomar decisiones o resolver conflictos. Son como no, grandes oportunidades para interaccionar con otras personas. Y no solo eso, sino que este tipo de juegos permiten que los niños puedan trabajar su concentración, su tolerancia a la frustración, las deducciones lógicas y la paciencia.
Está claro por lo tanto que, a pesar de las nuevas tecnologías, los juegos tradicionales siguen teniendo un gran potencial como herramienta didáctica. Los expertos recuerdan que fomentar el juego desde pequeños hace que los adultos quieran continuar jugando, entre otras cosas, para desconectar del entorno digital e interactuar cara a cara con otras personas.