Las relaciones en la familia

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La influencia de la relación familiar es innegable en el desarrollo del niño/a y la diferencia entre hermanos también, aunque tengan factores comunes en su desarrollo y evolución.

Numerosos estudios se han ocupado de investigar la influencia del orden de nacimiento en la familia, en distintos aspectos. Y han llegado a la conclusión de que el orden de nacimiento sí influye en el desarrollo de los hijos/as.

Para algunos autores, el hermano mayor logra desarrollos cognitivos superiores, otros afirman que el primero acaba siendo el maestro del pequeño, por lo que unos y otros encuentran diferencias en el desarrollo.

Son varias las razones por las que podemos considerar importante el orden del nacimiento. Por un lado, desde el punto de vista de la autoimagen podemos destacar dos aspectos, uno sería cómo se ve el sujeto a sí mismo según el lugar que ocupa. Otro sería qué aspiraciones y expectativas tienen los padres sobre sus hijos. No sólo es importante la posición, también lo es el tamaño de la familia y el sexo de los hermanos.

Si echamos un vistazo a la historia familiar podemos observar cómo el primer hijo, sobre todo si es varón, lleva el nombre del padre y se ponen en él todas las expectativas de perpetuar el apellido y la profesión. Todos conocemos familias de médicos, abogados, ingenieros… donde el primogénito ha seguido los pasos del padre, sin tener muy claro si eso es lo que quería y le gustaba.

Pero, ¿qué ocurre con el segundo? La posición el hijo intermedio es más indiferenciada ya que tiene la suerte de participar de las ventajas e inconvenientes del mayor y del menor si lo hay. Puede considerarse que es ambas cosas a la vez.

La posición del segundo es la que más influencia recibe de otros factores de la familia como el tamaño, el sexo y la diferencia de edad entre hermanos.

Aunque la posición del segundo parece más cómoda, realmente no es así. Es cierto que no sufre las presiones del primogénito, pero está en continua lucha. En una lucha por superar al mayor, por alcanzarlo y al no conseguirlo se siente frustrado y acomplejado. Para superar esta situación, los segundos, ponen en marcha distintos mecanismos y, según varios estudios, estos mecanismos les llevan a ser personas más creativas, más reactivas e intuitivas. Suelen ser más independientes, más resistentes a la presión social y con poca necesidad de aprobación social.

Pero también podemos encontrar diferentes problemas, en parte debido a las pocas expectativas que colocan sus padres. Se pueden ver afectadas áreas como la autoestima, aparecer manifestaciones psicosomáticas que lo que buscan es llamar la atención de la familia. También puede aparecer comportamiento antisocial.

Podemos concluir que la posición en la que uno nace dentro de la familia puede afectar al desarrollo del niño, tanto de forma positiva como negativa. En cuanto a la influencia negativa, puede estar relacionada con el comportamiento de los padres, para compensarlo sería interesante cambiar la relación con los hijos en cuanto no poner tantas expectativas en el primero y prestar más atención a los demás, según las necesidades de cada uno.

Son dos pasos importantes que permitirán que no aparezcan ciertos problemas en el desarrollo de cada uno de los hijos.

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