¿Qué lleva a una adolescente a enrolarse en la yihad?

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Es difícil saber cuáles son las razones, pero lo cierto es que el número de adolescentes va creciendo. Si repasamos los diarios del año pasado encontramos noticias sobre varias adolescentes de entre 14 y 17 años de diferentes nacionalidades como austriacas, francesas y, al menos, una española, que han intentado realizar lo que ellas llaman “el viaje de su vida”.

Tras cambiar radicalmente de forma de pensar y vestir, ataviadas con el burka, realizan un viaje desde sus países de origen hacia Marruecos, de allí a Turquía y, por último, llegar a Siria. En el camino van contactando con otras personas que, además de ayudarlas a llegar a su destino, las van aleccionando y adiestrando durante el camino.

Como han informado algunas de las adolescentes, emprendieron este largo y tortuoso viaje con la idea de que iban a realizar labores humanitarias, lo que les llevaría a encontrar una meta en la vida. Incluso alguna creían que se iban a casar con el último profeta y ellas han sido escogidas para ese honor. La realidad es completamente diferente.

Cuando estas chicas llegan a su destino son distribuidas en alguno de los grupos de mujeres existentes, ya que en el mundo de la yihad, la mujer tiene una labor secundaria. Así, encontramos a las enfermeras, a las cocineras, a las cuidadoras de niños y ancianos, a las que realizan labores de combate llevando explosivos debajo del burka y a las más jóvenes se las destinan a esposas de los combatientes para aliviarlos sexualmente. Estas son las misiones “especiales” a las que están destinadas estas jóvenes adolescentes.

La forma de captación ha cambiado, ya no se realiza en las mezquitas sino a través de las redes sociales e internet. De esta forma el anonimato es aún mayor y más seguro.

La pregunta que nos hacemos todos y, sobre todo sus padres, es ¿cuáles son los motivos?, ¿qué lleva a estas adolescentes a dejar una vida más o menos confortable?, ¿qué les hace cambiar de forma tan radical su forma de pensar, de comportarse, de relacionarse?

Podemos pensar que son adolescentes de familias desestructuradas, con una vida precaria y que buscan algo mejor. Puede ser que se sientan solas, inadaptadas o desahuciadas en este mundo tan global. Pero la realidad no es esa, no todas las chicas presentan ese perfil, sino todo lo contrario, son personas con buena situación familiar, apoyo social y con buenas relaciones sociales. Y con buena información sobre el mundo y deciden cambiar su vida por otra incierta y sin perspectivas.

En todos los medios de comunicación se puede encontrar información continuamente sobre lo que es la yihad y como tratan a las mujeres. Así que, debemos preguntarnos ¿qué está fallando en la información? Si las adolescentes creen a unos desconocidos antes que a su entorno, a su familia, a los medios de comunicación y todos van en la misma dirección, entonces es que hay algo que se nos escapa y que entre todos debemos solucionar. Hay algo que está ocurriendo en esta sociedad para que las jóvenes prefieran una muerte segura o un trato vejatorio a seguir con su familia y amigos.

Es por tanto, labor de todos, dar una información más precisa y que llegue a los adolescentes en general y a las chicas en particular. Información que puede hacerse a través colegios e institutos, a través de talleres y por supuesto, a través de los medios de comunicación. También sería muy interesante que aquellas que han tenido la suerte de volver pudieran compartir toda la experiencia vivida.

Pero no nos podemos quedar sólo ahí, es necesario un apoyo personalizado en los colegios para localizar las posibles personas que estén sufriendo acoso y poder conseguir una integración total de ellas si no acabarán por aislarse y ese es el primer paso para caer en situciones límite.

Las adolescentes presentan grandes cambios en la pubertad, cambios de humor, sensación de vacío, de soledad… Se encuentran aisladas y desatendidas. Incomprensión es la palabra que puede definirlas y es precisamente esa incomprensión la que las lleva a luchar en una cruzada personal contra el mundo. Sólo necesitan cariño y apoyo, ser escuchadas y no juzgadas para poder mantener su autoestima y no sentirse apartada de esta sociedad. Estar alerta a cualquier pequeño cambio nos permitirá poder ayudarlas y que no sientan la necesidad de caer en las redes que las llevarán a una situación personal devastadora.

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