Supera la Ansiedad y Vive

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Todos sentimos ansiedad a lo largo de nuestras vidas, incluso la podemos experimentar todos los días. La ansiedady el miedo son dos emociones básicas y necesarias en nuestra vida.

¿Qué pasaría si o nos pusiéramos nerviosos ante un accidente de tráfico? O si no tuviéramos miedo al estar delante de un tigre. Son reacciones normales y adaptativas de nuestra vida, pero cuando estas reacciones son demasiado exageradas o se producen por hechos más normales y a los que estamos acostumbrados, entonces, dejan de ser adaptativas y pasan a provocarnos un problema en el día a día.

Tanto la ansiedad como el miedo se pueden manifestar de muchas formas, en forma de tensión muscular, de temblor de manos, de palpitaciones, de sudor… También puede manifestarse con la evitación cuando sentimos la necesidad de no pasar, de evitar, una calle, o de encontrarnos con una persona o cuando evitamos cruzarnos con un perro por la calle y nos vamos a la otra acera. En otras ocasiones, la ansiedad se manifiesta en forma de pensamientos, de frases que se repiten continuamente en nuestra mente y que no nos permite pensar en otra cosa.

Todas estas formas de manifestarse la ansiedad no hacen más que complicar nuestra existencia, nuestro día a día, de forma que caemos en un círculo vicioso; la ansiedad no nos deja vivir y eso hace que aún nos pongamos más ansiosos.

Salir de este círculo puede ser complicado, pero no imposible, basta con comprometerse con uno mismo en cumplir una serie de ejercicios que rompen la cadena de pensamientos automáticos y destructivos. Pero para conseguir este hecho es necesaria la presencia de un profesional de la psicología que localice cuáles son los pensamientos dañinos y desarrolle un plan para poder controlarlos. Pero no podemos olvidar que la presencia sería innecesaria si no hay un compromiso por parte de la persona, un compromiso de realizar esos ejercicios.

Este plan organizado para superar la ansiedad y el miedo pasa por diferentes fases. Una primera fase comprendería información sobre qué es y cómo funciona la ansiedad. Después se pasaría a conocer los síntomas que presenta esa persona ya que en cada persona se manifiesta de una forma diferente, y no pasando por alto esos síntomas más sutiles a los que no solemos dar importancia.

Una vez conocidos los síntomas pasamos a comprobar cómo se manifiesta la ansiedad en nuestra vida diaria, en qué situaciones, con qué personas, en qué lugares… Una vez acabada todo este proceso de psicoeducación y evaluación podemos pasar a escoger las técnicas que mejor se adapten a nuestra situación y a la persona y aplicarlas en nuestro día a día.

Habrá técnicas que funcionen, habrá otras que no, pero no hay que desesperarse porque el bagaje es tan amplio que podemos cambiar las que no se adaptan y buscar otras. Todas las personas somos diferentes, todas expresamos la ansiedad de una manera, por esa razón las técnicas no tienen que funcionarle a todos por igual. Las técnicas y estrategias se adaptan a cada persona y a cada situación.

Con estas técnicas se pretendes conseguir tres objetivos fundamentales. Por un lado la relajación física, conseguir mediante entrenamiento en respiración y en relajación la disminución de la tensión muscular y las demás manifestaciones físicas de la ansiedad. En segundo lugar, se intenta conseguir la relajación mental a través de estrategias como el control del pensamiento, resolución de problemas y/o reestructuración cognitiva. Y, por último, se busca conseguir la relajación conductual, de manera que hagamos frente a nuestros temores a través de técnicas asertivas y de exposición.

Así pues, existe un programa para tratar la ansiedad, para superarla, ¿por qué no ponerlo en práctica? Salir de esa situación puede parecer complicado y duro, pero con la ayuda necesaria no es una tarea imposible. Sólo necesitas ganas de salir.

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